PNL aplicada a la Salud
A través de la PNL aplicada a la Salud entrenamos nuestra atención en distinguir los procesos y los conflictos biológicos que pueden afectar nuestro bienestar, también desarrollamos una escucha biológica y curiosamente, cuando observamos a un ser humano desde esa perspectiva todo es muy simple, es sencillo.
Hay dos versiones bien diferentes de lo que es la realidad, una nos dice que solo existe el mundo material, nada puede ser real fuera de las leyes físicas, aquí la realidad crea la creencia. La segunda versión es la espiritual y también podríamos llamarla cuántica, y nos dice que la creación comienza en la mente antes de manifestarse en el mundo material, en este caso la creencia crea la realidad. Desde la PNL investigamos tanto un proceso como el otro, ya que a ambos los consideramos ciertos y se retroalimentan.
Otra retroalimentación muy interesante es que nuestras percepciones influyen en nuestro lenguaje, y nuestro lenguaje influye en nuestras percepciones, y por supuesto nuestro lenguaje influye en los demás. Así todo lo que escuchamos, vemos, sentimos, y en definitiva experimentamos, se procesa inconscientemente a través del lenguaje, por tanto, ya que nuestras percepciones influyen en nuestro lenguaje y viceversa, significa que todos forman parte de un sistema intrínsecamente inseparable.
“los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”
Uno de los aspectos básicos de entrenamiento en la PNL aplicada a la Salud es la lingüística, reconocer los llamados predicados orgánicos que puedan hacer referencia a dolencias físicas, y otro punto muy importante es “cómo” utilizar el lenguaje para operar verdaderas transformaciones en nosotros mismos y en los demás.
La visión del ser humano que realizamos desde la PNL es holográfica. El mundo, tal y como nosotros lo vemos, es sólo una fracción de la realidad, de la que cada persona ve además una parte distinta.
Contemplamos la emoción como factor clave de nuestra percepción, la emoción es lo que nos hace vibrar, es la motivación que inicia cualquier movimiento hacia la dirección deseada. Cuando hablamos de la percepción desde un punto de vista científico, nos referimos al resultado entre las impresiones que recibimos de nuestro entorno y aquellas con las que ya contamos, las impresiones que recibimos del mundo y de nosotros se filtran de forma tanto consciente como inconsciente, lo que lleva a una impresión global subjetiva. Lo que nuestro cerebro selecciona, depende de las vivencias y experiencias que ya tengamos almacenadas, y sobre todo de nuestras convicciones, circunstancias, valores y normas, es decir de nuestras creencias; y sabemos que nuestro estado hormonal también determina nuestra percepción del mundo.
Desde la PNL investigamos cómo se conforman las percepciones totalmente subjetivas y diferentes en cada individuo, y de qué forma y basándose en esta percepción distorsionada del mundo, un ser humano puede convertirse en el individuo más feliz del planeta o en un ser enfermo y amargado. También utilizamos las llamadas “estrategias de percepción” que nos permiten operar cambios en esas percepciones distorsionadas que nos impiden conseguir la salud y el bienestar.
La PNL aplicada a la Salud aborda desde el primer nivel de formación aspectos transgeneracionales, es decir memorias heredadas y que actúan de forma inconsciente en nuestras vidas. Implementamos reimprontas o reaprendizajes en el árbol genealógico, llevando valiosa información de forma retroactiva a diferentes partes del sistema familiar y liberando de forma amorosa emociones y síntomas cronificad@s.
En la PNL aplicada a la Salud, aportamos variada metodología para revisar y tratar las constelaciones del cerebro.
Beneficios de la formación:
» Tomas de conciencia inmediatas.
» Percepción totalmente diferente de los conflictos.
» Las afecciones, dolencias y/o síntomas remiten o desaparecen.
» Implementación de creencias potenciadoras o facilitadoras.
» Gran sensación de paz, liberación y bienestar personal.
» Calidad en las relaciones interpersonales.
» Autoaplicación y destreza como acompañante terapéutico.